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Caso Medina

Robustelli, Rico y Toniolli serán querellantes

En paralelo con la creación de una comisión para investigar en la Cámara de Diputados qué sucedió con el peritaje de la computadora del asesinado Luis Medina, el lunes se realizó en Tribunales la audiencia de constitución de querellantes de los legisladores del Movimiento Evita que denunciaron a funcionarios provinciales, por la manipulación del ordenador portátil, la famosa Mac.

Robustelli

"Malvinas forma parte de nuestra identidad"

Por Nadín Posadas

El ex Canciller de la Nación, Jorge Taiana, se hizo presente el martes 13 de marzo en la UNR de Derecho en una actividad organizada por la flamante agrupación ROP – Rodolfo Ortega Peña-sobre Malvinas y la Soberanía Nacional . Participaron también de la charla la Agrupación de Abogadas y Abogados "Norberto Centeno" y la Cátedra Libre de Formación Jurídica Crítica "Rodolfo Ortega Peña".

¡PERPETUA Y CÁRCEL COMÚN!

Entrevista a Juane Basso

El miercoles 5 demarzo a las 11.30 distintas agrupaciones sociales y de derechos humanos nos dimos cita en la Cámara Federal de calle Entre Ríos para exigirle al Tribunal Oral Federal Nº2 que no considere impedido de condena al represor Ramón Genaro Díaz Bessone, acusado de crímenes de lesa humanidad en la causa del Servicio de Informaciones de la ciudad.

Emilio Pérsico

Análisis de la obra de las Madres, Néstor y Cristina

"Siempre decía una frase de una canción de Silvio Rodríguez que maldecía a una bala que no me supo encontrar. Falté a la cita, digamos. Creo que todo lo que vino después, el liberalismo y el sufrimiento que tuvo nuestro pueblo, es producto de esa derrota, de que no hicimos las cosas bien. Muchas veces me preguntaba para qué quedé vivo. Y la respuesta la encontré recién con Néstor. Quedé vivo para conocerlo, para ver esta primavera."

En tiempos como éstos, en los que más hace falta apelar a la política, en el más amplio de sus significados, vemos cómo algunos personajes que supieron tejer una mantilla progresista que cubría sus hombros mientras eran poco menos que desconocidos en el escenario nacional, suman a sus patéticas contradicciones, recurrentes y nada casuales, un accionar conservador que ya no pretenden enmascarar o disimular. Es el caso de Hermes Binner, quien no hilvana dos frases sin pronunciar el vocablo "progresismo", viene mostrando su verdadera cara.


Desde el Movimiento Evita decimos que en esta etapa del proceso político inaugurado por Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003, lo importante es desenmascarar proyectos o posicionamientos políticos antagónicos a ese modelo, dar la discusión política, no entrar en el juego de cuestionar personajes o candidatos por su estilo o imagen, sino de quitarle el velo al carácter antipopular y conservador de las fuerzas que representan a los intereses corporativos, mostrar el sentido de las alianzas que establecen con otras fuerzas políticas y, algo que no se pondera frecuentemente, el grado de sumisión que llegan a tener con los sectores más concentrados del poder económico.

Porque propiciamos la discusión política, esperamos, de Binner y del resto de la oposición, el desagravio de la figura del ex presidente Néstor Kirchner, cuyo busto erigido en la Plaza de Mayo fue injuriado, atacado y arrojado al piso en la marcha del pasado jueves 18 de abril, así como aguardamos una autocrítica por haber compartido esa convocatoria con la apologista de los crímenes de lesa humanidad Cecilia Pando y el neo nazi Alejandro Biondini. Esperamos, también, su condena, junto a la del gobernador Antonio Bonfatti y el intendente de Santa Fe, José Corral, al tercer episodio de robo de la placa en memoria de Kirchner, que estaba ubicada en el paseo costero, al borde de la laguna Setúbal. Las mismas fuerzas que quieren construir el disparatado mito de "la tiranía K", apañan a desaforados personajes antidemocráticos, entusiastas provocadores y activos generadores de violencia e intolerancia. Es en ése marco, y no en el de la anécdota mediática, que analizamos y evaluamos la clara opción de Binner al confesar que en las elecciones venezolanas hubiera votado a Henrique Capriles y no a Hugo Chávez. Y en ese contexto, su anodino discurso, que tanto tributa a los intereses antipopulares, se torna más transparente el contraste entre su concepción de la política y el poder con el proyecto que desde hace diez años gobierna en la Argentina.

Su paso por la Gobernación de Santa Fe bastó para que Binner exhiba formidables contradicciones entre el discurso "progre" del socialismo y aliados, y una gestión que no se diferenció de las precedentes, a las que cuestionó en la campaña que lo llevó a la Casa Gris. La no política en Derechos Humanos, en Educación; la no política en torno de la seguridad ciudadana, que excede los pedidos de represión de la derecha, y tuvo y tiene como mayores damnificados a los sectores sociales más excluidos y vulnerables; el alineamiento incondicional con las patronales ruralistas y con los grupos monopólicos regionales y nacionales; el fracaso de la obra pública que debiera haber tenido como objetivo brindar la infraestructura básica a quienes menos tienen (vivienda social, agua potable, estructura edilicia para ofrecer salud accesible a todos los santafesinos, entre tantos otros déficit).

Esas contradicciones, como decíamos, se amplifican a la luz de un escenario nacional en el que –en esos mismos años– el gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner, dando continuidad al mandato de Néstor, impulsó políticas públicas de inclusión social y cambios estructurales de notables dimensiones. La Asignación Universal por Hijo; el programa de entrega de netbooks a centenares de miles de alumnos del nivel primario; el retorno al sistema jubilatorio solidario administrado por el Estado, arrebatándole a las Afjp lo que éstas consideraban y utilizaban como un botín de guerra, perjudicando y estafando a generaciones de futuros jubilados; la defensa del empleo y el estímulo a la actividad económica en beneficio de los sectores populares, en plena crisis financiera mundial; la inédita inversión en Ciencia y Tecnología, logrando repatriar a un numeroso grupo de científicos que estaban radicados en el exterior; la creación de programas de agricultura familiar, de microemprendimientos rurales y urbanos; el estímulo a la formación y fortalecimiento de cooperativas de trabajadores a través de créditos subsidiados; la recuperación de la petrolera estatal YPF y de nuestra compañía aérea de bandera, Aerolíneas Argentinas, ambas vaciadas y luego enajenadas por el menemismo en los '90; la garantía para los jubilados del triple incremento anual de sus haberes; el programa Procrear para la construcción de viviendas, sumado al Plan Federal; la promulgación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, junto con la puesta en marcha del sistema de Televisión Digital Terrestre y el desmantelamiento del monopolio en la transmisión televisiva de los eventos deportivos, que acaparaba para sí Torneos y Competencias (TyC Sports) una de las tantas empresas del oligopólico Grupo Clarín.

Sería demasiado extenso seguir enumerando los logros del modelo que encabeza la Presidenta de la Nación y confrontarlo, necesariamente, con el timorato y conservador gobierno de Binner. La mayor parte de esas iniciativas fueron rechazadas, cuestionadas y votadas en contra por parte de los diferentes espacios liderados por Binner, ya sea el Partido Socialista o el Frente Amplio Progresista (Fap). Por el contrario, durante su mandato se fortaleció la relación político-económica con los grupos Clarín y La Nación, apoyando con suculentos fondos estatales a la muestra ExpoAgro, organizada por ambos; se diseñó a medida del holding de Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto la licitación para la impresión de las boletas electorales; se apoyó incondicionalmente a Clarín en su embestida jurídica anticonstitucional contra la instrumentación de la Ley de Medios; se le abrió las puertas del principal despacho de la Casa Gris y sus ventanales a la Mesa de Enlace, núcleo duro representativo de las patronales ruralistas oligárquicas asociadas a entidades históricamente enfrentadas con ellas, como la Federación Agraria y Coninagro; se militó activamente contra el plan de retenciones móviles, propiciando alternativas que de haberse llevado a cabo hubieran desfinanciado dramáticamente al Estado nacional, para citar sólo un puñado de políticas y posicionamientos que se chocan de frente con cualquier discurso o accionar progresista.

En estos días, en los que virulentos sectores intentan, sin éxito, acorralar al gobierno elegido por más del 54 por ciento de los votos, ya sea con marchas en las que predomina el odio de clase y las actitudes destituyentes –más allá de aquellos ciudadanos que legítimamente se oponen al gobierno–, en esta coyuntura en la que, una vez más, la Jefa de Estado asume el desafío de desmontar el dispositivo que impera desde hace décadas y propone el debate de proyectos que apuntan a democratizar el sistema judicial, no sorprende encontrar a Binner en la misma vereda donde se paran quienes han cruzado la frontera que separa a la democracia del fascismo e instan a obstruir el funcionamiento del Parlamento nacional, y así impedir que se debatan esas propuestas de cambio en el Poder Judicial.

Como fuerza política que acompaña este proceso desde 2003, el Movimiento Evita aún espera el rechazo de Hermes Binner a la proclama sediciosa de la diputada nacional Elisa Carrió, su aliada en la ciudad de Buenos Aires, de no dejar que sesione el Congreso este miércoles, cuando la Cámara baja discuta los seis proyectos a los que el Senado ya dio media sanción. No alcanza con que mande voceros a tomar distancia. En estas situaciones límite no se sienta posición por interpósitas personas.

Binner opinó, iluminado por las luces del canal de noticias de Clarín, sobre los proyectos de democratización de la Justicia enviados al Congreso por el oficialismo: "Con esta reforma judicial quieren que no se investigue más, quieren jueces adictos al Gobierno. Es decir, controlar todo". Con esa liviandad, soslaya la participación activa de organizaciones intermedias como el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), que junto a otras aportaron lo suyo y lograron modificar parcialmente algunas de las iniciativas del gobierno. Con el desparpajo de quien recita el guión redactado por las corporaciones que se verían afectadas por la reforma, desprecia que, a instancia de instituciones colegiadas, y por intermedio de la propia Corte Suprema de Justicia, Diputados analizará la introducción de cambios al texto original del oficialismo. Para Binner, como para buena parte de la oposición, quienes no están dispuestos a todo para asfixiar al gobierno, son cómplices.

Fiel a la funcionalidad que la antipolítica le concede a las corporaciones, Binner anticipó cuál sería la primera medida si fuera ungido presidente: derogar la ley de democratización de la Justicia. Ni un solo proyecto alternativo, ni siquiera una idea, un balbuceo al aire que confronte con las propuestas del gobierno nacional. El Movimiento Evita denuncia este vaciamiento de la política por parte de Binner como un aporte consciente a la estrategia de desestabilización del gobierno nacional y popular que llevan adelante las corporaciones y sectores más concentrados de la economía, que están dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de recuperar los privilegios que gozaban a costa de la miseria y la exclusión de millones de argentinos. No es por nuestros errores que nos critican los autores del guión que recitan Binner y sus pares, es por lo mejor que se ha hecho desde un gobierno en los últimos 60 años. Y lo hemos hecho desde la política, no desde el lugar donde está parado Binner y donde se suicida la democracia: el vacío.

Fuente: Gerardo Rico.

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