¿POR QUÉ DECIMOS NO A LA REFORMA?

Tal cual está planteado el proyecto, y teniendo en cuenta de dónde viene, no nos quedan dudas de que la reforma tiene por objetivo quitar contendidos básico que hoy se dictan para que en el futuro sean dictados en el posgrado, favoreciendo el negocio de unos pocos y perjudicando a todos los estudiantes.

No olvidemos que la actual gestión ha venido instalando año tras año nuevas restricciones con el objetivo de dificultar la permanencia y el egreso de los estudiantes de esta facultad, en sintonía con los intereses del colegio de abogados, que pretende que haya un número limitado de matrículas que se otorguen por año.

En este proyecto se producen dos efectos negativos: por un lado, con el propósito de ajustar la carrera a cinco años, necesariamente se tendrá que hacer un recorte de contenido, lo cual nos quitará conocimientos básicos que hasta hoy se enseñan; por el otro lado, en el plano de la realidad, para cualquier estudiante va a ser imposible rendir en un mismo año materias larguísimas que hoy nos llevan varios años, provocando obviamente un atraso en la carrera.

Otra cuestión que nos interesa discutir es el perfil de abogado que necesita nuestro país. El proyecto en cuestión sigue dando preminencia a la formación de un abogado privatista y con escasa práctica. Creemos que hoy en dia nuestro país se enfrenta a nuevas exigencias que no están siendo contempladas: el derecho en los nuevos bloques regionales, los contratos y relaciones internacionales con los países vecinos, el vínculo entre derecho y las nuevas tecnologías, y entre éstas y nuestros recursos naturales.

Por eso entendemos que es importante la discusión entre todos los estudiantes para lograr una posición común sobre qué plan de estudios necesitamos, tanto los estudiantes como la sociedad.