Lo que primero definimos con
Eduardo Toniolli, mi compañero de bancada, y la mesa provincial fue lo
conceptual. Nosotros decimos que acá hubo una experiencia en los gobiernos de
Carlos Reutemann y Jorge Obeid que tiene que ver con no aumentar impuestos. Es
una teoría económica relacionada con una concepción político-ideológica.
Nosotros no estamos de acuerdo, y creemos que una política peronista de reforma
tributaria tiene que ver con que paguen más los que más tienen y menos los
sectores más desposeídos. La bandera de toda la gestión Reutemann-Obeid no
tiene nada que ver no sólo con el peronismo revolucionario sino con la
ortodoxia peronista. Luego tenemos la experiencia de la gestión de Binner,
continuada con la actual de Bonfatti, donde en cuatro años y medio quienes se
autotitulan socialistas en realidad no cambiaron la matriz económica histórica.
Creemos que acá hay un gran acuerdo entre el socialismo, el radicalismo y los
senadores peronistas, donde se busca una reforma tributaria recesiva que no
tiene nada que ver con lo que quienes acompañamos este proyecto nacional y
popular desde el 2003 tratamos de buscar: la equidad, tanto en el plano social
como cultural y económico. Este cuestionamiento lo hacemos claramente hacia los
senadores peronistas, que por un lado dicen que se identifican con este
proceso, pero las políticas que defienden no tienen nada que ver con el mismo.
El Movimiento Evita (ME) es
en la provincia de Santa Fe la más importante dentro de todas las
organizaciones que apoyan el proyecto que nació con la llegada de Néstor
Kirchner a la Casa Rosada ,
el 25 de mayo de 2003.
La agrupación está apoyada
en diferentes frentes de masas: la
Unión de Estudiantes Secundarios (UES), el Movimiento
Universitario Evita (MUE), la Juventud Peronista (JP), Sindical, Territorial,
Agrario, Diversidad, Profesionales y Mujeres.
“Nuestro crecimiento es imparable porque el
pueblo argentino está mejor y porque es un crecimiento que surge desde abajo,
con la juventud militante como nuevo sujeto histórico y principal protagonista
en este proceso político”, asegura el diputado provincial Gerardo Rico, miembro
de la mesa nacional del ME que encabeza Emilio Pérsico. La conducción
provincial recae en su secretario general, José Luis «Pepe» Berra.
Eduardo Toniolli es también
diputado provincial y secretario general de la Departamental Rosario
del PJ. Integra con Rico el bloque Movimiento Evita en la Cámara baja santafesina.
En diálogo con La Capital , Rico aseguró que
“expulsarlo de este proceso a Scioli es un error estratégico”, al tiempo que
precisó: “La reforma impositiva que aprobó el Senado (provincial) es realmente
irrisoria”.
¿Cuál es su evaluación de la
gestión de Antonio Bonfatti?
En la apertura de las
sesiones ordinarias, dio la sensación de que para Bonfatti no hubieran pasado
cuatro años. Fue una fotocopia de la apertura de las sesiones ordinarias del
2007 por Hermes Binner. Parece que el Frente Progresista Cívico y Social
(FPCyS) estuviera recién asumiendo la Gobernación. Hay
una gran incapacidad de gestión. Esto tiene tres vertientes: nula experiencia
de gobierno, una falta de los cuadros necesarios y por último un aumento
inusitado del gasto público. Además de un exceso de viáticos, lo más
emblemático es el tan mentado Gabinete Joven. Algo que no tiene nada que ver
centralmente ni en la administración ni en la decisión política. Se trata de
cincuenta «jóvenes» que asesoran a la administración, lo cual significa una
duplicación absoluta de cargos sin ningún valor real y concreto.
¿Qué visión tiene la bancada
del ME en Diputados acerca de lo que acaba de aprobar el Senado sobre la
reforma tributaria?
Lo que primero definimos con
Eduardo Toniolli, mi compañero de bancada, y la mesa provincial fue lo
conceptual. Nosotros decimos que acá hubo una experiencia en los gobiernos de
Carlos Reutemann y Jorge Obeid que tiene que ver con no aumentar impuestos. Es
una teoría económica relacionada con una concepción político-ideológica.
Nosotros no estamos de acuerdo, y creemos que una política peronista de reforma
tributaria tiene que ver con que paguen más los que más tienen y menos los
sectores más desposeídos. La bandera de toda la gestión Reutemann-Obeid no
tiene nada que ver no sólo con el peronismo revolucionario sino con la
ortodoxia peronista. Luego tenemos la experiencia de la gestión de Binner,
continuada con la actual de Bonfatti, donde en cuatro años y medio quienes se
autotitulan socialistas en realidad no cambiaron la matriz económica histórica.
Creemos que acá hay un gran acuerdo entre el socialismo, el radicalismo y los
senadores peronistas, donde se busca una reforma tributaria recesiva que no
tiene nada que ver con lo que quienes acompañamos este proyecto nacional y
popular desde el 2003 tratamos de buscar: la equidad, tanto en el plano social
como cultural y económico. Este cuestionamiento lo hacemos claramente hacia los
senadores peronistas, que por un lado dicen que se identifican con este
proceso, pero las políticas que defienden no tienen nada que ver con el mismo.
Esto cobra mayor entidad, si
consideramos que se está hablando de actualizar el exiguo gravamen que pesa
sobre los propietarios de la cuenca sojera más importante de la Argentina y una de las
más grandes del mundo...
Exacto. En particular,
respecto del impuesto inmobiliario rural (IIR), decimos que no hay un revalúo
fiscal desde 1974. Lo que se cobra de IIR tiene que ver con lo que valía la
tierra hace 38 años, que en ese momento era de 500 dólares la Ha. En la zona sur de la
provincia, este valor está hoy en 18 mil y 24 mil dólares la Ha. Nosotros
planteamos que el impuesto tiene que ser segmentado, porque no es lo mismo el
sur de la provincia que el norte. La reforma impositiva que aprobó el Senado es
realmente irrisoria.
¿Cómo se prevé el
tratamiento en Diputados?
Lamentablemente, tenemos una
bancada peronista muy atomizada. Creo que la media sanción no se va a aprobar.
Pero no hay una propuesta alternativa que aglutine al conjunto.
¿Conceptualmente cuál es la
propuesta del ME?
Están los posicionamientos.
Hay uno sostenido por María Eugenia Bielsa y Mario Lacava (avalado por el
diputado nacional Oscar «Cachi» Martínez) que tiene que ver centralmente con no
darle recursos a este gobierno. Estamos en contra de eso. Nosotros no nos
hacemos cargo de esta administración, a la vez que cuestionamos toda la forma
de distribuir el gasto público. Pero decimos que la culpa es del FPCyS y no del
pueblo que lo votó. Teniendo como norte la búsqueda de la equidad, si no
materializamos una reforma tributaria y no facilitamos los recursos, nos
enfrentamos a que en muy poco tiempo los empleados del Estado provincial no
puedan cobrar sus sueldos. Además, como oposición y siendo mayoría en las dos
Cámaras, tenemos la responsabilidad de apuntar a que este gobierno sea lo mejor
posible para el pueblo.
¿Qué papel está jugando el
ME dentro de la
Corriente Nacional de la Militancia ?
Creemos que es buena esa
consigna que sale del acto de Vélez, en cuanto a “estar unidos y organizados”.
Queremos la articulación concreta de todos los que acompañamos este proceso.
Creemos correcta la metodología organizativa que apunta a conformar una «masa
crítica» para que este modelo continúe. En lo que no estamos de acuerdo es que
la cosa sea “estar unidos y disciplinados”, y esa es la mayor diferencia
metodológica que tenemos con La
Cámpora , sumada a otras divergencias políticas y
organizativas. Debemos recrear el proceso de crítica y autocrítica, sin
sectarismos.
Además de una mayor
horizontalidad en la praxis política...
Sí. Y no podemos aceptar que
todo está bien. Estamos absolutamente convencidos de la necesidad de apoyar
este proceso. Pero también creemos que otra forma de apoyar es «decir que no»
cuando hay alguna cosa que nos parece errónea.
¿Cómo es la relación con la Corriente Peronista
Descamisados (CPD)?
Los compañeros de la CPD tienen, no me cabe ninguna
duda, un pensamiento muy similar al del ME. Además, son muy «militantes», algo
que para mí es muy importante.
¿Qué posición tiene el ME
respecto de las tensiones entre la presidenta Cristina Fernández y el
gobernador Daniel Scioli?
En principio, creo que la
capacidad de la política tiene que ver con no agudizar las contradicciones,
sino lograr que éstas convivan «dentro del Estado». La mejor manera de tener
políticas sociales es cuando se procesan dentro del Estado las contradicciones
que existen en el territorio. En el Ministerio de Trabajo queremos que los
trabajadores sean «parte» del mismo, no poner la contradicción afuera. En el
Ministerio de Acción Social queremos que estén aquellos que trabajan la
política territorial. Ante la contradicción tenemos dos alternativas: se la
reprime o se la contiene y soluciona. Nosotros estamos absolutamente en contra
de la represión. Respecto del tema Scioli, creo que comete un error político al
lanzar su candidatura para el 2015. No era el momento. Hay que preservar la
mayor unidad posible con miras a las legislativas del 2013. Todavía no somos el
«hombre nuevo», y tenemos que construir política con quien no opina exactamente
como nosotros. Scioli no tiene nuestra concepción, pero debe seguir en este
modelo. Expulsarlo de este proceso a Scioli es un error estratégico.
¿Y el caso del conflicto con
la CGT de Hugo
Moyano?
Desde el punto de vista
sindical, la CGT
tiene derecho a pedir las reivindicaciones históricas que le son propias. Todo
es discutible y Moyano fue uno de los pocos que combatieron al neoliberalismo.
Pero creo que se equivoca profundamente cuando quiere trasladar la
reivindicación gremial al terreno político. Allí se «separa» de un proceso que
lo benefició.
Fuente: La capital
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