Aprovechando su presencia en el primer congreso de Derecho Humanos en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, el cual fue organizado por la agrupación universitaria  Rodolfo Ortega Peña (ROP). Dialogamos con Taty Almeida, referente y sobreviviente del último golpe cívico – militar, que dejó como saldo final 30.000 compañeros desaparecidos.

El 17 de junio de 1975 Alejandro Almeida de 20 años, estudiante de medicina y trabajador de prensa  en la agencia de noticias Telam, salió de su casa para no volver. Ese día marca el principio de la lucha y búsqueda de taty por su hijo.                                                                                                                        

El núcleo familiar en el que se crió Taty era militar, tanto sus hermanos como abuelos realizaban estaban alistados en el Ejercito, “me salían pelos de tan gorila que era”, bromea. Admite que cuando ocurrió el golpe se alegro y pensó “por fin se van estos negros de mierda y voy a recuperar a Ale”, creía, debido al acercamiento de sus familiares mas íntimos al Ejercito, pero estos le fueron inútiles, ya que de nada se enteraron. Solo culpaban a su hijo de peronista y militante.

¿Cómo fue su acercamiento a madres?

Yo decía: “con el currículum que tengo van a pensar que soy una espía”. Fui con mi hija y cuando vi tantas fotos pensé, “bueno no soy la única”. Cuando llegué lo único que me preguntaron era quien me faltaba a mí, sin importar religión ni ideología.

Alejandro era un chico estupendo, los tres hijos que tengo lo son,  pero el agujero lo tengo acá y nadie me lo llena; a él le decían El Principito siempre trataba de contemporizar las cosas, yo conozco su otra faceta a través de sus poesías. Cuando llegó de la calle y me dijo “mamá no voy a trabajar porque tengo un parcial,  espérame ahí vengo”, como no volvía empecé a buscar y encontré una agenda, en las ultimas 24  hojas había 24 poesías, cosa que totalmente desconocía  y ahí lo vi a Alejandro: su compromiso, su militancia.

Él militaba en el ERP (Ejercito Revolucionario del Pueblo), su protesta, su amor por su novia Silvia que se exilio en buena hora y se salvó y la poesía que me dedicó a mi.

Es una maravilla, yo puedo tener bobera de madre, pero Alejandro tocó todos los temas. Yo me acuerdo que Pacho O'Donnell me dijo “escribir escriben todos pero Alejandro es un poeta”. Por eso sostengo con orgullo cuando dicen “por algo los desaparecieron” y yo afirmo “por supuesto ni por estúpidos ni por perejiles sino por su compromiso, el de él y los 30000 compañeros”.

¿Qué significó la llegada de la democracia en el 83 y posteriormente Néstor en el contexto de tu lucha?

Raúl Alfonsín fue una persona honesta en la cual confiamos mucho. Cuando llegó por fin la democracia, el juicio a la Junta fue único en el mundo, lamentablemente no se supo aprovechar ese apoyo que tenía tanto a nivel nacional e internacional de los organismos de Derechos Humanos y así fue que dictó esas leyes de impunidad, nos paralizó.  Después vino el innombrable (Carlos Menem) con esos indultos, justificándose con que él sabía lo que era sufrir, por eso quería paz, olvido y reconciliación, tan mal la paso ese tipo  que tiene un hijo de esa época. Era una atrás de otras dice que las madres somos como el ave fénix: morimos de noche pero volvemos con más fuerza al otro día.                                                                                                                                                  

Cerca del año 80 gracias a los sobrevivientes, exiliados y presos políticos que empezaron a contar lo que ocurría, tuvimos la certeza de que estaban muertos, aunque políticamente jamás los damos por muertos: son detenidos desaparecidos, y partir de entonces la lucha nuestra se basa en tres patas:  memoria, verdad y justicia legal,  jamás justicia por mano propia, no conseguíamos nada pero seguimos lucha inclaudicable y ahí nos encontramos con nuestro otro hijo (Néstor Kirchner) y primer presidente que nos escucho, nos recibió. El primer gobernante que tocó los Derechos Humanos como políticas de estado y en 2005 reabrimos los juicios, y hoy ya no hay marcha atrás.

¿Cuál era su opinión antes de que Néstor llegara al gobierno?

Yo no estaba en Argentina, me llamó mi hija y me dijo que otra vez estaba ganando El Turco, vamos a votar a un tal Kirchner... ni el apellido sabíamos, entonces como alternativa lo votaron; te digo cuando nos recibió a los organismos saludaba uno por uno, me dió un abrazo y me dije: “este es el nuestro”, siempre digo de Néstor “no lo enterramos lo hemos sembrado y el fruto día a día se ve mas”,  y es así.

Desde los medios dominantes se intenta imponer el discurso de que estamos en una dictadura, que no hay libertad, usted que vivió esos tiempos ¿qué nos puede decir al respecto? 

Tampoco estuve en los cacerolazos,  realmente es una falta de respeto a la  embestidura presidencial y a una mujer. Las infamias e insultos que le han dicho en esa famosa marcha, lo hacen siempre. Tienen el tupé de exigir libertad de prensa, ¿dónde estamos? Hay que cuidar la democracia y la presidenta... Democracia que costó mucho, pero no logran nada, por eso tenemos que estar más unidos que nunca más allá de las diferencias políticas. Se ve que esa gente no sufrió absolutamente nada, no tienen idea lo que es pasar por una dictadura y perder a un hijo.

¿Por qué pensás que se busca ensuciar la imagen de personas que defienden o apoyan las políticas del gobierno?

Por favor, no perdonan, ellos van en contra de todos aquellos que no aceptemos las aberraciones que ellos dicen, ni siquiera hay propuestas, no tienen argumentos realmente.

Ayer (18 de Septiembre) se cumplieron 6 años de la desaparición de Julio López, me interesaría saber tu reflexión.

Es una asignatura pendiente en la democracia estupenda que tenemos, es lamentable. Realmente no nos vamos a cansar de exigir aparición con vida, pero es un agujero, con esto buscan sembrar miedo, como ya lo han hecho,  pero no lo han logrado, las víctimas siguen declarando.
¿Cual es tu opinión con la vuelta de la juventud a la calle y su militancia?
Esa es la esperanza y tranquilidad que tenemos las Madres, no hay que tenerle miedo a esa palabra. Militancia es compromiso, es compartir, es lo que realmente uno esta viendo en esta juventud estupenda que tenemos y esa es nuestra tranquilidad, porque sabemos que cuando ya no estemos estarán ustedes.

¿Qué opinás del Proyecto impulsado desde el Gobierno en donde se busca que voten los jóvenes de 16 años?

No opino porque no lo tengo del todo claro, no he podido informarme, me gustaría se hagan pruebas, por ejemplo en las intendencias, que empezara a modo de ensayo, enterarse lo que es votar, no es porque no sepan los chicos a quién votar, pero empezar de a poco.

¿Que significa para su lucha la aparición de un nuevo nieto, es este caso el numero 106, Pablo Miranda?

Cada vez  que aparece un nieto es una fiesta para todas, como si fueran nietos de todas. Esa es la lucha maravillosa de las Abuelas, esperanzadora sobre todo porque buscan un desaparecido con vida. Si bien faltan, es fantástico, porque además no los obligan a nada, pero es importante sepan la verdad de que los padres no los abandonaron y sobre todo, su identidad que es lo principal.

¿Realizan algún tipo de militancia social desde Madres?

Las Madres de Línea Fundadora tenemos todos los Institutos de menores donde se les enseña desde bailar tango, teatro. Incluso actividades con salida laboral, nos ocupamos muchísimo sobre todo, del buen trato; estos institutos de menores están bajo la órbita de Raquel Robles, hija de desaparecidos, y realiza una tarea excelente. En la ex ESMA estamos en lo que era una capilla, tenemos una tecnicatura de música cuyo padrino es Miguel Ángel Iglesias, hay profesores que enseñan música a chicos carenciados y la Facultad de la Plata les entrega el Título Nacional. También se va a empezar a hacer taller de lutier, para hacer los instrumentos musicales, tenemos como 70 alumnos, tantas cosas que se les negaron y que ahora tienen la oportunidad. Amen de las permanentes charlas en colegios, universidades. Estamos vivas, pasa que no nos damos cuenta, somos parte de la historia  es nuestra misión contar la historia, somos un puente social.

¿Estás conforme con  el funcionamiento de la justicia?

Ni nosotras, ni los amos de la vida y la muerte se imaginaban que iban a  ser encarcelados, es una mezcla de sentimientos, nos faltan 30000... falta mucho, pero  estamos logrando esa justicia legal que tanto reclamamos, se está haciendo mucho y ya no hay marcha atrás.

¿Cuál seria tu deseo, en tu lucha, mas allá de lo mucho que se ha conseguido?

Hay dos cosas que quiero ahora, desde ya la justicia y me gustaría, por supuesto, saber quiénes fueron los responsables de la desaparición de Alejandro. También es una cosa en la que hay que estar permanentemente machacando, porque todo el mundo piensa que las desapariciones empezaron en el 76, y no, esto comenzó antes,  ya también son declarados delitos de lesa humanidad pero se está juzgado sobre todo la  responsabilidad civil.                                                                                                                                        

Lo otro que deseo de  corazón, junto con Jorge y Fabiana, mis hijos, es encontrar los restos de Alejandro,  los quiero tocar, hacer el duelo y no es que termine la lucha, al contrario es cuando más uno tiene fuerza, porque tenes la evidencia.  Otra cosa que quiero es que los jóvenes no bajen los brazos y cuando estén tristes piensen en que: “si las Madres pudieron, nosotros también”.