Comunicado JP Evita Rosario
Hace algunas semanas la
noticia sobre la detención del Comisario Hugo Tognoli sacudió a nuestra
provincia. El ex Jefe de Policía fue acusado de proteger y recaudar –siendo
partícipe y cómplice– del delito del narcotráfico, y un manto de sospecha
envolvió a toda la estructura policial santafesina. La decisión inmediata del
gobernador Bonfatti fue la de ascender al hasta entonces Sub-Jefe Cristian
Sola, ratificando de esta forma su apoyo al resto de la cúpula policial en la
conducción de la fuerza.
A partir de entonces, un
arsenal de declaraciones cruzadas entre los diversos sectores de la política
provincial y nacional, ocupó las tapas de los diarios y los canales de
noticias. Todo el país comenzó a hablar de nuestra Santa Fe y a discutir si la
responsabilidad del crecimiento del narcotráfico es provincial o nacional, si
las rutas están liberadas, si la policía es corrupta, si existe el
narcosocialismo, si hay que intervenir Santa Fe.
La discusión acerca del caso
Tognoli devino en un cruce de chicanas y estrategias de victimización que solo
aportó a correr el eje del significado real de esta crisis, pasando a un
segundo plano la dimensión estructural que se manifiesta en la acusación de la
existencia de vínculos entre la cúpula policial y el narcotráfico. Dijimos
desde un primer momento que estas acusaciones no nos sorprendían y no porque
tengamos acceso a expedientes judiciales, sino porque quien camina y vive en
los barrios de Rosario, ve y sabe como operan las bandas narcos y cómo la
policía participa y protege. Porque el negocio del narcotráfico podrá tener
dimensiones internacionales y mover millones de dólares, pero su cara más cruda
la vivimos todos los días en las calles de nuestros barrios donde las bandas
reclutan a los pibes para que sean sus sicarios o soldaditos, encerrados 24 horas
en los kioscos de drogas o saliendo a matar a otros pibes como ellos, que
fueron víctimas del mismo destino.
Nuestros jóvenes con un
proyecto sin futuro, marginados de todas las instituciones, estigmatizados y
criminalizados por el relato social y mediático, seducidos y obnubilados por el
falso poder y la identidad que les ofrece formar parte de la banda que puede
controlar un territorio, por tener un arma o por el dinero al que nunca podrían
acceder de otra forma. Son ellos las víctimas de la disfuncionalidad policial y
la indiferencia política.
Mientras el caso Tognoli
ocupaba el centro de la escena nacional, en Rosario –el miércoles 24 de octubre–
Fabián de 17 años apareció muerto en el IRAR y Juan Carlos de 25 fue asesinado
de un cuchillazo en La
Cerámica ; el viernes 26 encontraron sin vida a José Luis de
28 en Barrio Industrial y el sábado fue acribillado a balazos Fabián de 18 en
Nuevo Alberdi; Facundo de 16 fue baleado el viernes 2 en La Tablada y su hermano Mario
de 18 falleció este domingo en una esquina del barrio. Ninguno de ellos salió
en los diarios, ni en los noticieros; pareciera que es el destino manifiesto de
los jóvenes sin futuro. Los medios locales, ocupados en estar al tanto de las
discusiones y declaraciones de las cúpulas políticas, se olvidaron de que en
las calles la historia continúa, que las bandas siguen abriendo kioscos de
drogas, que la policía sigue siendo la misma y que siguen matando a nuestros
jóvenes compañeros.
No queremos escuchar más al
gobernador Bonfatti trasladando culpas, no nos interesa discutir si el problema
comenzó hace 7 ó 24 años. Queremos gobernantes que gobiernen, queremos
instituciones que garanticen derechos e inclusión, queremos que nuestros pibes
puedan elegir otro futuro que no sea el de ser soldados de intereses que no son
los suyos, queremos que nuestra juventud deje de ser descartable.
Es necesario que exista una
policía que pueda mirar a la cara a los vecinos porque comparten la convicción
y la lucha de erradicar a las economías delictivas de los barrios, queremos una
policía que deje de recaudar, proteger, participar y reproducir los delitos que
cada día le siguen robando la vida a nuestros pibes. Creemos que todo esto se
logra con más política y más gestión, con la decisión de asumir un diagnóstico
y resolver un problema; necesitamos definiciones para transformar esta crisis
en la oportunidad de construir una seguridad democrática, necesitamos que los
jóvenes en nuestros barrios puedan elegir no morir en las calles.
JP Evita Rosario
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)


0 Respuesta a " Mientras Bonfatti se victimiza, en los barrios siguen matando a nuestros pibes "
Publicar un comentario