Frente a la crisis desatada en el seno del gobierno del Frente Progresista, Cívico y Social (FPCyS) por la situación procesal de la cúpula policial, sospechada de mantener lazos con el narcotráfico, el Movimiento Evita de la provincia de Santa Fe (ME) manifiesta que ni la puesta en escena montada por el gobernador socialista Antonio Bonfatti denunciando una campaña de desestabilización del Partido Justicialista (PJ), ni algunas desafortunadas expresiones que sacan de foco la dimensión política de esta crisis, ayudan en modo alguno a dar respuestas democráticas que permitan superarla. Ni chicanas ni victimización, hace falta más política.
En ese sentido, el ME recuerda que una de las claves para entender el cambio de paradigma que el kirchnerismo representa en la política argentina desde mayo de 2003 es la revalorización que Néstor Kirchner y Cristina le devolvieron a las palabra y los gestos, arrasados por la práctica generalizada del doble discurso, la banalización de los términos y el reemplazo de las ideas por la chicana fácil.
La desmesura de algunas expresiones le hacen tanto daño al actual proceso político como la utilización de tales exabruptos para eludir el debate en torno de la seguridad y la conducción de la Policía de Santa Fe.
El actual gobernador y su equipo saben que el peronismo no pretende desestabilizarlos, por tanto no deben usar una terminología que siembra dudas y temor en la comunidad. Por tanto, los gestos de preocupación del mandatario y de su gabinete durante la conferencia de prensa tienen más que ver con la certeza de que la crisis policial persiste que con una sospecha de un plan destituyente. Doble discurso y gestualidad cuasi ficcional ante una comunidad que espera respuestas políticas.
El ME, desde la política, viene proponiendo la intervención de la Policía al mando de una autoridad civil por 90 días; el reemplazo de toda la jefatura policial, incluyendo a todas las regionales y reparticiones estratégicas de la fuerza como puntapié inicial de una profunda reestructuración; la firma del Acuerdo para la Seguridad Democrática, elaborado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), monitoreado por el Gobierno Nacional y rubricado por todos los partidos políticos, incluso el socialismo y la UCR; la creación de una Policía Judicial y el traspaso de Asuntos Internos a la órbita civil para que la corporación policial deje de investigarse a sí misma, entre otras propuestas descartadas en forma sistemática por el oficialismo.
Reivindicando una vez más el proceso político legado por Néstor Kirchner y conducido hoy por la presidenta Cristina Fernández, y retomando el valor que ambos le devolvieron al discurso político, a las palabras y a los gestos, repudiamos los desaforados conceptos del ministro de Gobierno Rubén Galassi, quien desliza dudas respecto de la exitosa captura del narcotraficante colombiano Henry de Jesús López Londoño al preguntarse: «Cuántos más hay en el país, y desde cuánto tiempo hace que están?». Insistimos, frente a la desmesura y la desproporción irresponsable de toda chicana, ante la infantil banalización de la palabra, se encuentra una comunidad ansiosa por escuchar respuestas políticas y acciones que dejen atrás la crisis desatada por esta administración, que ya lleva un lustro en el gobierno.
Gerardo Rico, diputado provincial y miembro de la Mesa de Conducción Nacional del Movimiento Evita
José Luis Berra, secretario general del Movimiento Evita de la provincia de Santa Fe
Eduardo Toniolli, diputado provincial, secretario general
del Movimiento Evita de Rosario y secretario general
de la Departamental Rosario del PJ
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